La Cadena de la Industria de la Semilla se une por primera vez con una agenda conjunta

Los obtentores de variedades vegetales (ArPOV), empresas desarrolladoras de biotecnología, de
germoplasma, de servicio de producción en contraestación y especializadas en tratamientos de semillas
(ASA), los semilleros multiplicadores (CASEM) y los distribuidores de insumos agropecuarios y
multiplicadores (FeDIA), decidieron unirse con el objetivo de generar una agenda común y elaborar
proyectos que permitan el crecimiento y desarrollo de la agroindustria nacional
La Asociación Argentina de Protección de las Obtenciones Vegetales (ArPOV), la Asociación de Semilleros
Argentinos (ASA), la Cámara Argentina de Semilleros Multiplicadores (CASEM) y la Federación de
Distribuidores de Insumos Agropecuarios (FeDIA) decidieron impulsar en forma conjunta proyectos que
impacten positivamente en la cadena agroindustrial.
La deducción impositiva para el incentivo a la compra de la semilla certificada de autógamas es una de las
principales propuestas en la que trabajan. Esta iniciativa facilitará el acceso a nuevas variedades y
tecnologías a todos los productores, independientemente de su tamaño, incrementando la producción y
generando empleo a lo largo y a lo ancho del país.
A su vez, buscan contribuir activamente en las acciones de control de uso legal de semilla a través de la
automatización y el flujo de la información, la identificación varietal a través del uso de Marcadores
Moleculares y otras tecnologías, y la implementación de la Carta de Porte de Semilla. A estas iniciativas se
suma la difusión de las Buenas Prácticas y otras actividades de capacitación.
Las cuatro entidades reúnen a más de 400 participantes de variado perfil, desde PyMEs familiares hasta
grandes empresas nacionales y multinacionales, incluyendo organismos públicos, universidades y
cooperativas. El impacto de la Cadena va incluso más allá del sector, ya que su gran despliegue territorial
potencia la actividad económica en más de 500 localidades del interior del país.
La semilla, el primer eslabón de la gran cadena agroindustrial, es un organismo vivo que contiene paquetes
tecnológicos de última generación, mejoramiento a través de marcadores moleculares, edición génica,
eventos por mutagénesis y transgénesis, desarrollos de calidad, procesos de trazabilidad y tecnologías para
el tratamiento de las semillas. Se trata de un producto con un alto valor agregado que además también
tiene peso en el esquema de exportación nacional.
En síntesis, el objetivo de la Cadena de la Industria de la Semilla es contribuir a la creación de condiciones
propicias para el desarrollo sostenible del sector agroindustrial argentino a través de la innovación y el
desarrollo de buenas prácticas amigables con el medioambiente. Las entidades que la conforman sostienen
que “la demanda mundial de alimentos, fibra y energía le brinda a nuestro país una gran oportunidad que
requiere reglas claras y visión de mediano-largo plazo para incentivar las inversiones en investigación y
desarrollo. La semilla es el origen de todo el sector. Queremos contribuir entregando un insumo de alto
valor agregado en un mercado formal, con impacto en toda la cadena, generando empleo de calidad en el
interior del país y reconocimiento en el mundo por las mejoras alcanzadas trabajando como cadena”.